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Conozca más acerca del asma

2016-03-11

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El asma es una enfermedad que inflama y estrecha las vías respiratorias. Afecta a personas de todas las edades pero por lo general comienza en la infancia.

¿Qué es el asma?

El asma es una enfermedad de los pulmones, crónica (que puede durar mucho tiempo e, incluso, toda la vida), recurrente y de intensidad variable, que inflama y estrecha las vías respiratorias. Afecta a personas de todas las edades pero por lo general comienza en la infancia.

Las vías respiratorias son los tubos que trasportan aire desde y hacia los pulmones. En los pacientes que padecen asma, estas vías están inflamadas; esto hace que sean muy sensibles y reaccionen a la inhalación de algunas sustancias o en ciertas condiciones. Dicha reacción consiste en que los músculos que las rodean se contraen, las vías respiratorias se constriñen y llega menos aire a los pulmones. Este proceso es el responsable de los síntomas y las crisis de asma.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el asma aqueja alrededor de 150 millones de personas en el mundo y cada año provoca la muerte de cerca de 2 millones. Es la enfermedad crónica más común en los niños; es uno de los principales motivos de consulta, asistencia a los servicios de urgencia e ingresos al hospital, y una de las razones más frecuentes de ausentismo escolar y bajo desempeño académico.

¿Cuáles son las causas del asma?

La causa exacta del asma se desconoce. Sin embargo, se han descrito una serie de elementos que aumentan la probabilidad de sufrir la enfermedad:

  • Tener un padre con asma.
  • Tener tendencia hereditaria a las alergias (atopía).
  • Haber padecido ciertas infecciones respiratorias en la infancia.

Los detonantes de las crisis de asma varían de persona a persona y los que se mencionan a continuación son solo algunos de los muchos ejemplos. Lo importante es que cada persona sepa bien cuáles son sus detonantes, pues al evadirlos se controla la enfermedad.

  • La exposición a factores ambientales como polución, polvo, polen, ácaros y hongos.
  • La exposición a animales como perros, gatos y cucarachas.
  • La exposición al humo del tabaco.
  • Las infecciones virales del tracto respiratorio como la gripa.
  • La actividad física.
  • Ciertos medicamentos.
  • Factores emocionales como el estrés.
  • Cambios de clima abruptos, especialmente con el frio.

 

¿Cuáles son los síntomas del asma?

Estos son los síntomas más habituales del asma. No obstante, si están recibiendo un tratamiento adecuado la mayoría de personas no presentan sintomatología y si lo hacen, suele ser leve:

  • Tos.
  • Sibilancias (respiración ruidosa como un silbido): las personas escuchan que el pecho les pita o silba.
  • Dificultad para respirar.
  • Sensación de opresión en el pecho.

No todas las personas con asma exhiben la misma sintomatología. Además, la frecuencia y la severidad de la misma varía incluso en una misma persona; en determinadas ocasiones pueden ser solo una incomodidad pero en otras puede comprometer las actividades diarias e incluso la vida. Precisamente porque una crisis de asma puede ser mortal, es forzoso que los pacientes reciban tratamiento de inmediato y conozcan cómo manejar los síntomas.

 

¿Cómo se diagnostica el asma?

La historia clínica es la herramienta primordial para diagnosticar el asma. A pesar de esto, existen pruebas como la espirometría que evalúan el funcionamiento de los pulmones y ayudan a confirmar o descartar el diagnóstico. Estas pruebas también sirven para establecer la severidad de la enfermedad y hacer seguimiento a la persona y al tratamiento.

¿Cuál es el tratamiento del asma?

El tratamiento del asma se divide en no farmacológico y farmacológico. El primero consiste en evitar a toda costa los detonantes de la enfermedad. Los expertos también aconsejan darles leche materna exclusiva a los bebés menores de seis meses y vacunarlos siguiendo el esquema vigente.

Hay dos tipos de tratamiento farmacológico. El primero, conocido como tratamiento de mantenimiento, se utiliza por un tiempo prolongado y su objetivo es controlar la enfermedad. El segundo, conocido como tratamiento de rescate, se utiliza por un tiempo corto y su objetivo es aliviar las crisis cuando estas ocurren.

Los corticoides inhalados son los medicamentos preferidos para el tratamiento del asma. Otros agentes que se emplean hoy en día son los agonistas β-2 (como el salbutamol), los antileucotrienos (como el montelukast) y la teofilina.

¿Cómo se previene el asma?

El asma como tal no se puede prevenir; lo que sí se puede prevenir son las crisis. Las medidas para esto incluyen seguir al pie de la letra el tratamiento y las recomendaciones del médico y sortear, en la medida de lo posible, los detonantes.

Fuente: www.avancesensalud.com